Basket + Analytics

En el mundo del deporte se habla de un concepto llamado basketball moderno, pero ¿qué es el basket moderno? Si existe un basket moderno, entonces, ¿qué es el basket antiguo? ¿Cómo un deporte que tiene básicamente las mismas reglas desde que se agregó el tiro de tres puntos en 1984 puede “modernizarse”? ¿Realmente se puede reinventar un juego bajo el mismo set de reglas?

Profundizando en el concepto de basketball moderno, se llega a una disciplina que pasó a tener un rol clave en el “deporte moderno”, el análisis de estadísticas avanzadas. Miles y miles de artículos explicando cómo se logró cambiar la forma de juego en la NBA y todo esto fue a causa del análisis de estadísticas avanzadas.

El análisis de datos se transformó en algo tan importante en la NBA que actualmente todos los equipos tienen un departamento de Data Analytics. De hecho, desde el 2016 la NBA tiene una hackathon anual con el objetivo de lograr nuevos enfoques y detectar jóvenes talentos con el manejo de datos.

Como consultor de Data and Analytics y fanático del basket, me dio curiosidad saber cómo se vería la Liga Uruguaya de Basket (LUB) bajo una lupa de análisis de estadística avanzada. Esto me llevó a un viaje de estudio e investigación que me gustaría compartir con ustedes a lo largo de los siguientes posts.

Lo primero que entendí fue que las estadísticas de un partido hablan de dos aspectos: producción y contexto. Los tableros que vemos en las canchas se centran en la producción: nos indican cuántos puntos tiene cada jugador, la cantidad de faltas, pero no mucho más que eso. Las estadísticas oficiales agregan información como cantidad de rebotes ofensivos, defensivos, asistencias, bloqueos y robos. Estas estadísticas dan una descripción general y superficial de cómo se dio el partido, pero no explican otros aspectos importantes del juego. Por ejemplo, no explican el ritmo de juego, no dice nada sobre qué tan dura fue la defensa, de la cantidad de jugadas (concepto explicado más adelante) que pudo aprovechar cada equipo, ni cómo fue que uno de esos equipos en cancha logró la victoria, y es ese el momento es donde entran a la cancha las estadísticas avanzadas.

El punto de partida para el análisis avanzado son las posesiones. Seguramente parezca obvio ya que la base del juego es tener la posesión de la pelota, pero lo interesante es que la calidad de juego de un equipo ya sea en la ofensiva o defensiva, no se mide en la cantidad de posesiones que tenga, ni en la cantidad de puntos que logró acumular; se mide por la cantidad de puntos que hizo o permitió por posesión. Es decir, no es la posesión sino la eficiencia de ésta.

Entre los gurús de análisis avanzado de basket, hay distintos criterios para medir una posesión. Es curioso cómo un concepto fundamental como la posesión puede tener distintos puntos de vista, y este fue el segundo gran concepto que tuve que entender: tanto los análisis como sus fórmulas son completamente subjetivas.

De acuerdo a cómo uno valora y entiende el juego, cómo va a querer medir y definir las métricas. Algunas corrientes deciden dar un mayor peso (utilizando un factor o ponderador) al triple al analizar la eficiencia ofensiva, otras potencian el rebote ofensivo, entre otras combinaciones.

Dependiendo del evaluador, se le asigna una importancia distinta a cada una de las estadísticas que se quiera analizar. Esta ponderación varía de acuerdo con el criterio de cada entrenador o analista. Por ejemplo, se puede elegir darle un mayor peso a los rebotes ofensivos que a los defensivos, mayor peso a las asistencias, etc.

En la siguiente tabla comparativa se puede visualizar las diferencias entre algunos de esos sistemas de puntuación:

A modo de ejemplo se puede ver en la tabla anterior que el sistema “Manley Credits” es el más básico de todos, ya que a cada una de las estadísticas le asigna un peso de 1. Por otro lado, si vemos el sistema Hoopstat vemos por ejemplo que cada bloqueo suma 1.94, por cada falta se resta 1.11 y los libres no convertidos no los considera, ni para bien ni para mal.

Por lo anterior, es importante explicar la definición de posesión que vamos a utilizar a lo largo de todo el análisis. Para definir de manera simple, una posesión comienza cuando un equipo obtiene el control (posesión) de la pelota, y esta posesión puede terminar de las siguientes maneras:

  1. embocar (triple, doble o el último libre[1])
  2. dar un rebote defensivo
  3. perder la pelota

Es importante aclarar que una jugada no es lo mismo que una posesión, en una posesión pueden ocurrir varias jugadas, de hecho si un equipo toma un rebote ofensivo, comienza una nueva jugada, no una nueva posesión.

Entonces, ¿cuántas posesiones tiene un partido de LUB? Hasta el momento la LUB 19/20 tiene un promedio por equipo de 76,2 posesiones por partido. Las posesiones promedio para los equipos de local son 76,5 mientras que las posesiones promedio para los equipos visitantes es de 75,9.

Esto me llevó a comparar la evolución de las ligas a través de los años, tomando datos desde 2015 en adelante ya que para años anteriores la información en el sitio de FUBB no está completa o presenta inconsistencias. Además, teniendo en cuenta que debido a la situación COVID-19 aún no finalizó la LUB 19/20, la excluimos de este análisis y compararemos únicamente ligas completas. En esta comparación se puede ver un incremento en las posesiones promedio con las que estamos jugando:

Analizando el leve incremento en las posesiones promedio que se visualiza podemos suponer que se dio un cambio desde la liga anterior, liga en la cual se comenzó a jugar con 3 extranjeros. Una vez que finalice la LUB 19/20 podremos evaluar y confirmar si existe una tendencia.

Continuando con el análisis de la última LUB, quise saber cuál fue el partido con menor y mayor cantidad posesiones, curiosamente, hay un equipo involucrado en ambos casos, Goes. El partido con menor posesiones fue Capitol vs Goes. Goes tuvo 65,4 posesiones (frente a 69,4 de Capitol); mientras que el partido con mayor cantidad de posesiones fue Goes vs Sayago, partido que fue a dos alargues, lo cual le dio la posibilidad a Sayago de tener 101 posesiones (frente a las 99,4 de Goes).

El siguiente aspecto a analizar es el ritmo de juego: el cual se obtiene de las posesiones que tuvieron ambos equipos y los minutos que dura el partido, en Uruguay los partidos duran 40 minutos mientras que en la NBA son de 48 minutos. El ritmo nos indica a qué velocidad se usaron las posesiones del partido. Analizando esta métrica podemos ver que el ritmo promedio de la última LUB (hasta el momento) es de 75,57.

Al realizar un análisis de los ritmos promedio por equipo, ordenándolos de menor a mayor, obtenemos el siguiente orden:

El ritmo de juego nos dice mucho sobre la forma de juego de los equipos, habla sobre la efectividad defensiva y ofensiva: cuanto más rápido sea el ritmo menor es el tiempo para formular jugadas en cada posesión. Un mayor ritmo de juego significa mayor cantidad posesiones en el partido, lo cual indica mayor oportunidad de generar puntos para ambos equipos.

Al analizar el partido con ritmo más lento, volvemos al partido Capitol vs Goes, donde Capitol vence de local a Goes, con un score final de 77 a 66 y un ritmo de 67,47. Capitol contó con 79,4 jugadas, mientras que Goes pudo realizar 65,4. De las 69,4 posesiones de Capitol, logró anotar en la mitad de ellas (34,7), mientras que Goes, logró capitalizar únicamente 27,7 de sus 65,4 posesiones.

El partido estuvo por debajo del puntaje promedio de la liga (78), teniendo 1.10 puntos por posesión para Capitol y 1 punto por posesión para Goes. Por el lado de la efectividad de tiro, ambos tuvieron una efectividad similar desde el tiro de larga distancia, 28% para Capitol, 30% para Goes, sin embargo, desde el tiro de dos Capitol tuvo un 60% de efectividad y logro bajar la efectividad de Goes a un 34,3%. Teniendo en cuenta que en esta liga la efectividad de tiro de 2 puntos para Goes fue del 51%, combinado con los puntos por posesión, podemos decir que la historia de este partido la marcó la defensa, no así la ofensiva.

Por otra parte, el partido con mayor ritmo de la liga fue Atenas vs Defensor Sporting, donde Defensor se llevó la victoria 117 a 95. Profundizando en las estadísticas de este partido, Atenas contó con 84,2 posesiones, mientras que Defensor tuvo 85,9.

Atenas dispuso de 89 jugadas, mientras que Defensor 90,8 y ambos tuvieron un ritmo de juego de 85. Teniendo en cuenta que estas 3 estadísticas son prácticamente iguales y sumándole a eso un score altísimo, muy por encima del promedio de la actual LUB que es de 84,2 puntos, la conclusión es que el partido fue dictado al ritmo de la ofensiva y la defensa brilló por su ausencia.

Estos dos casos son ejemplo para “desmitificar” que el tener un mejor ritmo es indicador de mejor juego o de victoria, al analizar los números no hay evidencia que respalde este supuesto. Una defensa plantada tiende a estirar la posesión del rival, por el otro lado una ofensiva bien generada podría generar un tiro rápido generando más posesiones de juego; por lo que el ritmo no habla sobre efectividad, el ritmo habla de un estilo de juego.

Otro de los conceptos que considero importante “desmitificar” es que el equipo que tenga más posesiones es un equipo eficiente. Un equipo eficiente no es el que más puntos anota, ni el que más posesiones tiene; es aquel equipo que anota más puntos en menos posesiones. Lo mismo nos indica el ritmo: cuanto menor ritmo tenga el partido, menos posesiones, menos chances se le da al rival. Pero cuidado, eso indica que también son menos oportunidades para mí, por lo cual siempre es un arma de doble filo, arma que por supuesto los entrenadores y jugadores saben cuándo utilizar y cuando no.

Si analizamos a los equipos de esta liga, ordenados por los puntos por posesión que logran obtenemos lo siguiente:

Para analizar la eficiencia de los equipos, debemos tener en cuenta la defensa, no solo el punto de vista ofensivo. Para ello vamos a ver cuántos puntos por posesión recibió cada equipo (eje y), y comparando con los puntos que producen por posesión (eje x), y con ello podemos tener una visión del balance entre la efectividad ofensiva y defensiva:

En el gráfico anterior los equipos que se concentran en la esquina inferior derecha son los más eficientes, logran muchos puntos por posesión y a su vez reciben pocos; vemos que a Aguada le va muy bien en este indicador. En contrapartida, los equipos de la esquina superior izquierda son los que tienen menor ratio.

Cuanto más profundizaba en el tema de análisis de datos de basketball, más evidencia encontraba de cómo los datos habían cambiado la forma de jugar en la NBA. En las siguientes imágenes podemos comparar la selección de tiro en la temporada 2001/02 vs 2016/17:

Esto me llevó a plantearme la pregunta, ¿cambió la forma de juego en la LUB? ¿será que cambiamos la selección de tiro al igual que en el resto de las ligas?

Analizando desde 2015 hasta la última LUB 2018/19, podemos visualizar que los intentos promedio de triples por partido han aumentado:

Si agregamos la última LUB 2019/20, teniendo en cuenta que aún resta una fecha de la segunda fase y toda la etapa de playoffs, podemos visualizar que hay una tendencia marcada:

Sin embargo, la cantidad de intentos de tiros de dos puntos no parece disminuir:

Si tenemos en cuenta los datos incompletos de la actual LUB, la cantidad parecería disminuir pero debemos tener en cuenta que aún falta la parte más importante del torneo, y donde juegan los equipos más competitivos entre sí, por lo que el promedio debería aumentar. De todas maneras, tendremos que esperar a que finalice para poder confirmar una tendencia.

¿Cómo puede ser que incrementemos los intentos de triples y mantengamos o incrementemos los intentos de dobles? Aumentando el ritmo del juego, como vimos anteriormente, un mayor ritmo nos permite utilizar una mayor cantidad de posesiones y oportunidades de tiro:

Otro indicador que complementa lo anterior es la cantidad total de tiros realizados en cada LUB:

Si bien falta finalizar esta última liga y confirmar algunas tendencias, me animaría a decir que este es uno de los efectos de jugar con tres extranjeros combinado con una baja en la intensidad defensiva. Un mayor ritmo de juego podemos explicarlo con ofensivas más rápidas o defensas más intensas que corten esas jugadas de manera más rápida, si analizamos los puntos convertidos en cada liga, vemos un incremento, por lo que apuntaría a un crecimiento en el ritmo de la ofensiva y no a un incremento en la efectividad de la defensa:

En la LUB 18/19 se agregó la regla de poder jugar con hasta tres extranjeros. Los equipos de la liga tienen que armar sus planteles con cuatro fichas nacionales mayores, cuatro fichas Sub 23, una ficha Sub 25 y tres fichas innominadas. Estas fichas innominadas pueden ser extranjeros o nacionales.

A continuación, podemos ver la distribución de puntos y minutos para cada ficha en la LUB 19/20 hasta el momento:

Este ejercicio me llevó a definir ciertas preguntas, ¿cuál fue el impacto de pasar a jugar con tres extranjeros? ¿cómo evolucionó la selección de tiro a través de las distintas ligas? ¿cómo evolucionó la efectividad de las fichas nacionales? ¿cómo fue la participación de las distintas categorías de jugadores (fichas)? ¿cómo fueron los rendimientos individuales?

En los próximos posts voy a intentar responder estas preguntas y les compartiré los resultados.


[1] Diciendo “último libre” me refiero al segundo si fue un foul de dos, o al tercer libre si fue un foul de tres. No importa si emboca los primeros, suman puntos pero no terminan la posesión.

Martin CalData & Analytics Project Manager