Fondo tecnológico con flujos de datos y líneas azules que representa los desafíos de la analítica de datos y la integración de múltiples plataformas de Business Intelligence en empresas de servicios públicos (utilities)

BI fragmentado, decisiones fragmentadas: 5 desafíos clave para las utilities y cómo superarlos

En los últimos años, las empresas de servicios públicos (utilities) han apostado con fuerza a la analítica de datos como motor de eficiencia y toma de decisiones. Sin embargo, esta evolución no siempre estuvo respaldada por una estrategia unificada en torno a las plataformas de Business Intelligence (BI).

Como resultado, muchas organizaciones conviven hoy con múltiples herramientas que operan de forma paralela, generando una serie de desafíos técnicos, operativos y estratégicos que es necesario abordar.

Federico Balsa, arquitecto de datos en Quanam, explica que esta situación es más común de lo que parece: “Muchas utilities incorporaron nuevas plataformas por necesidad inmediata, sin desmantelar las anteriores ni integrar una visión de conjunto. Eso genera duplicación de esfuerzos y dificultades para consolidar una visión única del negocio”.

A continuación, repasamos los cinco principales desafíos que enfrentan las empresas de servicios públicos cuando operan con múltiples plataformas de BI.

  1. Falta de estandarización en los reportes

Cuando diferentes áreas utilizan herramientas distintas, con criterios y modelos propios, se vuelve difícil asegurar la coherencia de los reportes. Esto no solo obstaculiza la comparación de resultados, sino que también genera desconfianza en la información.

Ignacio Manzo, también arquitecto de datos en Quanam, lo resume así: “El mismo indicador puede tener dos valores distintos según la fuente. Eso erosiona la credibilidad del dato y obliga a las áreas a invertir tiempo en explicar diferencias, en lugar de analizar causas y tomar decisiones”.

La falta de estándares en la definición de métricas y modelos de datos es una de las principales barreras para avanzar hacia una cultura analítica madura. Esta fragmentación también dificulta la auditoría, la trazabilidad y el desarrollo de modelos predictivos con base sólida.

  1. Problemas de integración entre herramientas

Otro desafío importante es la integración técnica entre plataformas. Con frecuencia, se adoptan soluciones nuevas que no se comunican adecuadamente con las existentes, lo que obliga a consolidar datos de forma manual o a crear costosas capas intermedias.

La integración entre herramientas debería ser una preocupación desde el diseño”, señala Balsa, y agrega: “en la práctica, muchas veces eso se hace a posteriori y se transforma en un problema de mantenimiento crónico”.

Además de los costos operativos, esto genera rigidez: cualquier cambio estructural implica ajustes en varias plataformas, lo que demora la capacidad de respuesta de la organización ante nuevos requerimientos del negocio.

  1. Costos altos

Cada herramienta de BI implica costos asociados: licencias, soporte, infraestructura y capacitación. Cuando se acumulan varias plataformas sin una política clara de racionalización, el gasto se multiplica y muchas veces no guarda relación con el valor generado.

Según Manzo, “los costos ocultos de la dispersión tecnológica suelen ser mayores que los visibles. Además del presupuesto directo, hay un impacto fuerte en tiempos operativos, dependencia de proveedores y dificultad para escalar soluciones”.

La multiplicación de herramientas también tiende a generar dependencia de perfiles técnicos específicos, lo que complica la rotación de personal o la continuidad de proyectos a largo plazo.

  1. Riesgos en seguridad y compliance

La dispersión de plataformas también implica riesgos en términos de seguridad de la información y cumplimiento normativo. Cada herramienta puede tener políticas de acceso, encriptado o trazabilidad distintas, lo que dificulta garantizar un nivel homogéneo de protección.

Balsa remarca que “una gobernanza bien diseñada permite que diferentes plataformas convivan sin perder coherencia, integridad ni control”. Eso resulta fundamental en el sector de servicios públicos, donde una política débil en este ámbito no solo expone a errores operativos: puede comprometer la continuidad del servicio, la relación con los usuarios y el cumplimiento regulatorio.

Sin una gestión centralizada de accesos, auditorías y respaldo, aumenta la exposición a incidentes, errores de cumplimiento y fugas de información, afectando tanto la operativa como la confianza institucional, dos activos clave para cualquier utility.

  1. Esfuerzos analíticos redundantes

Finalmente, la falta de coordinación entre plataformas fomenta el trabajo duplicado. Equipos distintos pueden estar desarrollando dashboards similares, sin saberlo, o reutilizando datos inconsistentes.

Manzo destaca que “cuando no existe un espacio común donde estén organizados y compartidos los datos, cada quien resuelve por su cuenta. Eso puede parecer ágil al principio, pero termina fragmentando el conocimiento y limitando la capacidad de aprender como organización”.

Este tipo de redundancia no solo consume recursos, sino que dificulta la mejora continua. Las lecciones aprendidas no se consolidan, y los avances en un área difícilmente se trasladan al resto de la organización.

Camino hacia la consolidación

Superar estos desafíos implica avanzar hacia un modelo de BI más integrado, con una arquitectura tecnológica coherente, reglas claras para la generación de reportes y una política activa de gobernanza de datos.

Tal como destacan organismos internacionales como la American Water Works Association (AWWA) y el Utility Analytics Institute (UAI), la fragmentación de plataformas y la falta de estandarización siguen siendo barreras críticas para la transformación digital en utilities.

Superar estos obstáculos no solo mejora la eficiencia operativa, sino que fortalece la capacidad institucional para responder ante nuevos desafíos regulatorios, ambientales y de servicio.

Construir un catálogo unificado, definir métricas compartidas y garantizar la interoperabilidad entre herramientas son pasos fundamentales para avanzar en esa dirección.

Las soluciones no son únicas ni inmediatas, pero el primer paso es tomar conciencia de las limitaciones actuales y trazar un plan realista de evolución, con foco en la simplificación, la eficiencia y la seguridad.

Si querés explorar cómo se estructura esa base organizacional que hace posible una BI sólida, te invitamos a leer nuestro artículo: “¿Por qué es importante la gobernanza de datos en el sector utilities?”

Autor: Periodista Alejandro Acle
Co-escrito con: Federico Balsa and Ignacio Manzo, Arquitectos de Datos en Quanam.