Reflexiones sobre la innovación

The early bird may catch the worm, buy it is always the second mouse that gets the cheese
                                        Paul Saffo, del California Institute for the Future.
                                                                                                                                                                                                

Una de las ironías de la innovación es que ella le debe mucho a la guerra. Para no hacer una historia del mundo, vayamos tan sólo a la Segunda Guerra Mundial. Es bien sabido que el Proyecto Manhattan que desarrolló la bomba atómica, no sólo construyó un arma ofensiva de proporciones nunca vistas, sino que desató luego innúmeras aplicaciones de la energía atómica para fines pacíficos. Tuvo asimismo tal presencia mediática que evocó temas y discusiones históricas, filosóficas y religiosas.
Por contraste, hubo un arma esencialmente defensiva, que Robert Buderi sostiene en su libro fue “la invención que cambió el mundo”, y se refiere al radar (radio detection and ranging).

Las tecnologías y productos basados en la investigación del radar abarcan desde los misiles de defensa, la radio astronomía, el transistor hasta los computadores personales, los hornos microondas, los teléfonos celulares, la televisión color y los sistemas de control del tráfico aéreo.

Según Buderi, el radar ganó la guerra e hizo posible una paz próspera y segura. Esta tecnología es más efectiva cuánto más invisible es. Y nunca tuvo la cobertura de medios que tuvo la bomba atómica y la posibilidad de una destrucción nuclear total.
Pensemos ahora en algo que todo el mundo conoce y utiliza al punto que hay ya más de mil millones de ellos en el mundo: el iphone.
La pieza central del iphone es el microprocesador, fruto de la labor de científicos e ingenieros patrocinados por el gobierno de EEUU que precisaba una computadora liviana para los misiles, aviones y otros sistemas militares.

Hacia 1985, GTE (General Telephone and Electronics Corporation, una de las compañías del sistema Bell), ayudó al Ejército de EEUU a crear una red avanzada para un dispositivo inventado 12 años antes: el teléfono celular. Esto se probó por primera vez en la Operación Tormenta del Desierto, a principios de 1991.

La idea de la fotografía digital fue desarrollada por la Oficina de Reconocimiento Nacional de los EEUU, que precisaba una forma mejor para recuperar las fotografías que tomaban sus satélites.
El GPS (Global Positioning System) fue desarrollado para guiar los sistemas y vehículos de las fuerzas armadas de USA, antes que lo usaran los taxis.
Y por último, para no alargar mucho este blog, el origen de Internet está en el desarrollo llevado a cabo por DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) para conectar las investigaciones que se llevaban a cabo en diferentes Universidades y centros de investigación.

Esto nos lleva a preguntarnos: si un ícono de la innovación es un compuesto de viejas tecnologías, ¿en qué consiste entonces la innovación?
En el primer folleto de la Apple II se leía una máxima atribuida a Leonardo da Vinci, que se convirtió en el precepto fundamental de la filosofía del diseño de Steve Jobs: “La sencillez es la máxima sofisticación”.
En un pasaje de la biografía de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson, se lee: “En Aspen Jobs entró en contacto con la filosofía de diseño claro y funcional del movimiento Bauhaus, personificado por Herbert Bayer en los edificios, apartamentos, tipos de letra sin remates y muebles del campus del Instituto Aspen. Al igual que sus mentores Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe, Bayer creía que no debía existir distinción alguna entre las bellas artes y el diseño industrial aplicado. Entre las máximas predicadas por Mies y Gropius se encontraban «Dios está en los detalles» y «Menos es más».”
En la historia de la innovación, las nuevas ideas son sólo una parte de la ecuación. La ejecución es igualmente importante.
Steve Jobs era un perfeccionista con ansias de controlarlo todo, y desplegaba el temperamento intransigente de un artista. Apple y él se convirtieron en los ejemplos de una estrategia digital que integraba el hardware, el software y los contenidos digitales en un conjunto homogéneo.
En resumen, la gran innovación del iphone es la integración de los teléfonos móviles al mundo de la música, la fotografía, el video, el correo electrónico y los navegadores web.

Víctor Ganón

Socio Fundador de Quanam
Ingeniero Industrial (Electrónica y Comunicaciones) de la UDELAR
Diploma en Computer Management Studies de la Universidad de Londres

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