¿Dónde está mi archivo?

Los archivos son el paradigma central de la colaboración. Los negocios viven de la información que se mueve entre nuestros sistemas y en todo nuestro ecosistema.

Según Aberdeen Group, la transferencia de archivos no gestionada continúa creciendo. Un análisis exhaustivo de las empresas actuales revelaría que existe un problema generalizado en relación con la transferencia de archivos no gestionada y las consecuencias negativas que se derivan de ésta.

Los clientes solicitan el análisis de los archivos registrados, los servidores FTP sufren ataques y se comprometen los datos confidenciales del cliente. A medida que la empresa crece, los problemas se repiten con mayor frecuencia y aumenta la presión sobre los recursos técnicos. Rápidamente, el equipo de TI tiene problemas para cumplir los acuerdos sobre nivel de servicio y los plazos de incorporación de nuevos clientes y partners.

Una mayor operativa de transferencia de archivos implica un aumento de la complejidad. Tenga en cuenta que, según la consultora Forrester, más del 60 por ciento de los datos empresariales se intercambia como archivos sin cifrar y ese conjunto de arquitecturas de transferencia de archivos poco sistemáticas y muchas veces obsoletas, obligan a los directores de TI a gestionar decenas e incluso cientos de canales, muchos de los cuales utilizan tecnologías diferentes, por separado a través de la red. Por lo tanto, es obvio que las transferencias de archivos no controladas y no gestionadas provocan verdaderos problemas.

Imagen de Ag Ku en Pixabay

Panorama actual

Si usted es responsable de los servicios de transmisión de datos de su empresa, puede estar en “modo de supervivencia”.

Probablemente usted se encuentre enviando volúmenes cada vez mayores de información crítica de la empresa a través de sistemas e intercambiando grandes volúmenes de datos con partners externos a la empresa (clientes, socios, proveedores, distribuidores, proveedores de servicios, incluso organismos de control gubernamentales). En el entorno empresarial actual, todos estos tipos de transferencias de datos se encuentran bajo una mayor vigilancia. El costo de la prestación servicios de transferencia de archivos a sus clientes internos y externos es cada vez mayor. Y el riesgo de fallo de seguridad o de no cumplimiento de dichos servicios nunca ha sido mayor.

Como la tendencia en las empresas es que las transferencias de archivos tiendan a ser exponencialmente mayores y más complejas, la cuestión de cómo se gestionan los flujos de datos es cada vez más importante. Y a medida que crece la empresa, resolver en forma inteligente dicho aumento de transferencias, se está convirtiendo en un elemento cada vez más crítico para el éxito de su negocio.

Por necesidad o conveniencia, muchas empresas permiten a los individuos o departamentos elegir sus propios métodos de transferencia de archivos. Y mientras que algunos se preguntan “¿Es difícil mover un archivo?”, la verdad es que el movimiento de archivos es a menudo muy difícil de clasificar, y mucho más de ejecutar.

Algunas transferencias de archivos son puramente de sistema a sistema, mientras que otros requieren pasos manuales ejecutados por distintos empleados. Algunas transferencias son parte de procesos claramente estructurados, y algunos son “Ad Hoc”. Algunas transferencias de archivos pueden requerir la inspección manual del archivo o que cierta política de seguridad específica se aplique, mientras que otras pueden ser simplemente un correo electrónico entre compañeros de trabajo o entre un empleado y un socio de negocios.

En mi próximo artículo hablaré de las características clave que una solución de MFT debiera incluir.

Pablo Orradre

Consultor – Especialista en Managed File Transfer

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