La Abundancia en los espacios “B”. Ambientes “M”

En un espacio en el que confluyen lo infinito y lo simultáneo tenemos acceso instantáneo a recursos que están disponibles en cantidades astronómicas.
Es de esperar entonces que el acceso a tal abundancia tenga un impacto importante en cualquier actividad que se vea atrapada por la red del espacio “B” en cuestión.
A través de la presente serie de posts nos hemos propuesto recopilar y publicar observaciones empíricas, opiniones, investigaciones de campo y hallazgos respecto a la naturaleza de dichos impactos.
Cada post incluirá un contenido (vídeo, nota, etc.) que actuará como vehículo para transmitir las observaciones. El material será provisto por su autor (al que hemos llamado explorador “B”), por lo que allí se verá expresado su punto de vista.
En paralelo, nosotros procuraremos aportar nuestro granito de “arena” en la generación de un ambiente que no solamente le permita a cualquier individuo profundizar en la comprensión de esta nueva realidad, sino que también le pueda ayudar a desarrollar habilidades para poder desenvolverse en ella y aportar todo lo que potencialmente pueda dar al colectivo.
A ese ambiente, que esperamos se vaya generando en forma colectiva, lo llamaremos Ambiente “M”, pues vislumbramos que incorporará varios conceptos de la metodología de aprendizaje de María Montessori. Los conceptos fundamentales de dichos ambientes serían:

La mente absorbe. El conocimiento entra en nuestras mentes por el simple hecho de vivir. Somos como esponjas.
Periodos sensibles. Existen periodos en los que tenemos mayor capacidad de adquirir un conocimiento o una habilidad, como por ejemplo, cuando viajamos y conocemos nuevos lugares.
Ambientes preparados. Existen ambientes que estimulan y potencian al individuo, aumentando la presencia de periodos sensibles, estimulándolo, fomentando su independencia e imaginación, motivándolo a expresarse, conectarse y participar en colectivos o comunidades donde se colabora, comparte y combinan los recursos existentes para crear mayor valor que el que se consume.
Recursos. Los ambientes preparados ponen ciertos elementos o recursos a disposición de los participantes para que estos puedan manipularlos Cuantos más elementos estén accesibles, mayor será el potencial de creación de valor del colectivo en cuestión.
Desafíos. Producto de la interacción entre los participantes de este tipo de ambientes, surgen desafíos que orientan el accionar colectivo.
Tutores o guías. Son participantes del ambiente que actúan como facilitadores, como puente entre el individuo y el ambiente M.
Autonomía del individuo. El individuo debe sentirse libre para moverse, conectarse, combinar y experimentar con lo que tenga a su alcance.
La Madre naturaleza. Es el canal para que el colectivo se exprese, escuchemos nuestra voz interior y recibamos “señales” que nos indiquen cuál es el impacto de los cursos de acción que elegimos tomar. A la corta o a la larga, estaremos recibiendo su feedback respecto a si estamos creando más valor que el que consumimos o no.
Si repasamos el post “Mundos paralelos” donde Mayarí nos narra su experiencia en Aiguá, podremos encontrar varios de los elementos anteriormente mencionados e incluso apreciar el valor colectivo creado.

La abundancia en los espacios B
Al ser los humanos seres sociales con necesidad de crear, innovar, colaborar o compartir; el trabajo o la posibilidad de producir son considerados recursos a los cuales necesitamos acceder. Los espacios B generan abundancia de productores y el impacto de ello sobre la actividad económica ha generado nuevos paradigmas.
El propósito de un ambiente M es impulsar el surgimiento o la emergencia de Productores de Valor (individuos y colectivos) que generen y sostengan una economía de abundancia, en sintonía con la naturaleza.
A través de la siguiente charla TED del 2008, escucharemos lo que Yochai Benkler tenía para contarnos respecto a la abundancia y el acceso a los recursos por parte de 1.000.000.000 de personas – cantidad de gente que hace 10 años estaba ingresando en el espacio B.
Hoy el número asciende a 3.000.000.000, hecho que, junto con otros fenómenos exponenciales que estamos presenciando, representa una “señal” de que efectivamente estamos ingresando a una nueva dimensión.
Antes de escuchar a Benkler hagamos el ejercicio de comparar lo que hoy tenemos a disposición para cubrir nuestras necesidades, versus lo que teníamos hace tan solo 10 años. En 2008 aún no existían muchas de las organizaciones que hoy se mueven en el espacio B. Ese es el caso de Airbnb (2008) que incorporó una cantidad enorme de productores de alojamiento y Uber (2009) que hizo lo propio con los productores de transporte.
Entre los muchos temas que trata Benker en su charla, hace referencia a la abundancia de productores en las industrias de la información, el conocimiento y la cultura, por ser éstas las industrias que primero tomaron contacto con estos espacios. También relaciona la emergencia de enfoques organizacionales como “Open Source”, “P2P (Peer to Peer)” y “Social Production” con dicha abundancia.

Ing Edgardo Noya      @enoyajr

Gerente Área Soluciones

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